Un problema bajo nuestros pies
- Cindy Ramirez
- 9 nov 2022
- 4 Min. de lectura

Durante los últimos cinco meses el municipio de Villa Nueva ha estado en el centro de la mirada pública y no precisamente por sus tradiciones, sino por los reportes de hundimientos, obras públicas y, más recientemente, por retumbos en distintas zonas del lugar.
Hasta la madrugada del 14 de junio de este año, la situación en el municipio transcurría con total "normalidad". Sin embargo, los reportes de residentes del lugar llamaron la atención de las autoridades: sobre el kilómetro 15 de la ruta al Pacífico se había formado un socavamiento que abarcaba un carril de la carretera.
Desafortunadamente, la situación empeoraría cuando el hundimiento comenzó ampliar su extensión y terminó por inhabilitar todos los carriles del lugar, generando así interminables filas de tráfico que afectó a miles de guatemaltecos.
En ese sentido, autoridades de la Municipalidad de Villa Nueva y el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), determinaron que la causa del hundimiento era por "fallas geológicas" de la zona, asimismo, descartaron que la red de tuberías y colectores tuvieran incidencia en el hecho.
Desde entonces, el miedo acompaña a los residentes de Villa Nueva pues en los últimos tres meses se han formado más cavernas subterráneas que incluso han cobrado la vida de personas, como fue el caso de los dos hundimientos el pasado 24 de septiembre, en la Calzada Concepción, zona 6 del municipio.
Ahora con nuevos hallazgos de posibles cavernas en las zona 3 y 6, retumbos en distintas zonas del municipio, familias enteras viven en una constante incertidumbre sobre si la situación seguirá empeorando y los obligará a evacuar sus hogares.

Sin embargo, aunque pareciera que todos los hechos registrados son "coincidencias" de la naturaleza, la realidad está muy lejos de eso. La situación que se vive en Villa Nueva es solamente el reflejo de una administración, tanto gubernamenal como municipal, pobre y despreocupada.
Un problema más allá de fallas geológicas
Es un secreto a voces que la red de tuberías y colectores, no solo de Villa Nueva sino de toda el área Metropolitana, se encuentra en un estado de abandono casi total. Durante más de 30 años la infraestructura subterránea no ha recibido el mantenimiento adecuado lo cuál ha causado que durante la temporada de lluvias las principales vías se encuentren colapsadas.
Aunque pareciera que esta problemática no se relaciona con los hundimientos, resulta todo lo contrario. Los colectores, además de tener un nulo mantenimiento, no son capaces de soportar las torrentadas de aguas residuales por lo cuál su infraestructura sufre desperfectos lo cual se traducen en daños a carreteras, socavamientos y calles intransitables.
En una conferencia, después de la tragedia en Calzada Concepción, zona 6 de Villa Nueva, Javier Gramajo, alcalde del lugar, declaró que "el agua que llega aquí y después desemboca en el río Villa Lobos es una cantidad demasiado grande que ningún colector lo puede soportar."
Vídeo: Twitter- Pia Flores
Sin embargo, a pesar de las deficiencias conocidas las Municipalidades parecen poco preocupadas por atender esta problemática, que al ser silenciosa, puede convertirse en diversidad de tragedias en cualquier momento.
Según el informe de rendición de cuentas que corresponde a la ejecución mensual para el tercer cuatrimestre del 2021 de la Municipalidad de Villa Nueva, solo dos poyectos dedicados al sistema de alcantarillado, son los que figuran en el documento mientras que el remozamiento a banquetas, canchas y escuelas son los que más abundan.
Además, ninguno de los dos proyectos se concluyó al 100%. En el caso del mejoramiento de alcantarillado en la zona 3 del municipio, de Q5 millones que se tenían asignados, escasamente se ejecutaron Q100 mil que corresponde únicamente al 2%.

Si bien, actualmente esta situación se está desarrollando en el mencionado municipio, no está muy lejos que todos los colectores de la ciudad comiencen a deteriorarse más hasta el punto de ser obsoletos y poner en riesgo la calidad de vida.
De acuerdo con la Empresa Municipal de Agua de la Ciudad de Guatemala (EMPAGUA) el presupuesto para mantenimiento de drenajes durante el 2022 es de casi Q3 millones, sin embargo, no cuentan con estadísticas actuales del estado de la infraestructura del sistema de alcantarillado.
Mientras las vías principales siguen inundándose y las calles siguen con daños, los trabajos de Covial y la Municipalidad parecen no avanzar al ritmo previsto, generando así un caos interminable en Guatemala.
Gestión pausada
"No han terminado de arreglar el primer hundimiento y ya se hundió otro trozo de Villa Nueva. El municipio que dirige uno de los alcaldes que más gana. Y el MICIVI con Q8 mil millones, ni siquiera sabe dónde hay colectores que podrían colapsar en cualquier momento", indicó Samuel Pérez, diputado de la Bancada Semilla.
Así pues, tras casi dos meses de los socavamientos en la Calzada Concepción, los trabajos por parte del CIV y la Municipalidad avanzan a un ritmo lento, incluso se ha reportado que no hay personal trabajando en el lugar aún cuando dicho ministerio recibió una ampliación presupuestaria de Q3 millones en marzo de este año.
Por su parte, los trabajos en la ruta al Pacífico tardaron 55 días hasta que el tramo fue rehabilitado en su totalidad, después de intentar rellenarlo con lodocreto, el cuál terminaría hundiéndose más en la caverna.
Hasta agosto la Dirección General de Caminos llevaba ejecutado apenas el 39% de su presupuesto total mientras que Covial ejecutó hasta un 33.94%. A mes y medio de culminar este año, las carreteras siguen dañadas y el CIV no tiene obras ejecutadas o en ejecución.

"La infraestructura subterránea es obsoleta e insuficiente, y no soporta ya los caudales pluviales. En lugar de tirar el dinero a la basura en obras superficiales y ornamentales, los alcaldes de Guatemala, Mixco y Villa Nueva deben ocuparse de lo que hay bajo nuestros pies", comentó Raúl Barrera, político.
Incluso con nuevas cavernas formándose y reportes de retumbos en distintas zonas, los estudios siguen sin ser una urgencia, las reparaciones parecen tardar una eternidad y las autoridades locales se jactan de un trabajo y diligencia incomparable.
Solo el tiempo sacará a relucir las falencias en las que se encuentra el sistema subterráneo, mientras que los alcaldes seguirán ignorando el problema bajo nuestros pies.
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