Minería en Guatemala: Una lucha constante
- Jeziel Pineda
- 12 nov 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 14 nov 2022
La extracción de metales preciosos se remonta a tiempos prehispánicos, con el uso del jade, oro plata y obsidiana, posteriormente los conquistadores españoles sometieron a los pueblos de América con el fin de extraer oro, plata y plomo.
Según registros y documentos del Ministerio de Energía y Minas (MEM) la explotación minera inició en 4 territorios principales que en la actualidad se conocen como las minas de Almengor I y II,minera La Esperanza y Proyecto El Sastre.
Parte de la historia del desarrollo de la industria minera en Guatemala ha tenido un lado oscuro, en 1962 la compañía canadiense International Nickel Company INCO redactó una nueva ley de extracción minera, bajo el argumento de que sería para fomentar la inversión en
Guatemala. En 1968 se crea una comisión para analizar el otorgamiento de concesión minera en el Estor, esta concesión otorgaba 40 años para explotar níquel en la ribera del lago de Izabal y una exoneración de 10 años del Impuesto de la renta. La comisión fue conformada por Rafael Piedrasanta Arandi, decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Adolfo Mijangos López quien posteriormente sería diputado en la legislatura de 1970, el abogado Julio Camey Herrera, y Alfonso Bauer Paiz, quienes fueron víctimas del General Carlos Arana Osorio a quien se le apodó como “El Chacal de Oriente” por la brutalidad de su gobierno.
Varios de los integrantes de esta comisión sufrieron atentados, Julio Camey fue asesinado, Alfonso Bauer fue acribillado a balazos y sufrió un intento de secuestro y Adolfo Mijangos también fue asesinado pese a sufrir incapacidad motriz.
La actividad minera en extracción de metales preciosos disminuyó, ya que tuvo fluctuaciones en el mercado internacional además la inestabilidad política de Guatemala durante los años del conflicto armado interno generó inseguridad en las empresas extranjeras interesadas en la extracción minera del país, pero, a partir de la firma de los acuerdos de paz en 1996 y las nuevas políticas del gobierno, aumentaron las solicitudes de derechos mineros y de explotación, en su mayoría corresponden a compañías extranjeras las cuales se unen a inversionistas nacionales y es así como la minería vuelve a retomar el mercado hasta la actualidad.
Según una investigación realizada por Pablo León de la Central América Business Intelligence (CABI) la minería en Guatemala el peso que tiene la minería en Guatemala es del 0.8% del Producto Interno Bruto (PIB) pero genera en exportaciones 3% del PIB, según la economista Mirna Ponciano, la industria minera genera crecimiento económico pero tiene un alto costo en recursos naturales y si bien este tipo de industrias genera empleos formales con alto grado de estabilidad, no son muchos los empleadores que se requieren y en ocasiones no contratan personal que pertenezca a las comunidades más vulnerables aledañas a las mineras.
El perito agrónomo Ricardo Abal, comenta que para la construcción y funcionamiento de las mineras, es necesario hacer estudios pertinentes en el suelo y determinar el impacto ambiental que generan, ya que en ocasiones las mineras desplazan a las especies nativas, dependiendo del tipo de minera que se instale pueden necesitar más recursos o menos, en ocasiones utilizan los recursos hídricos para sus operaciones. Explicó que además de esto es necesario que los proyectos mineros realicen estudios a la población y comunidades aledañas, ya que en ocasiones estos no se realizan y resulta ser que son áreas protegidas por los pueblos originarios, ya se han reportado casos en donde las mineras entran en conflicto con los pueblos.
Abal ejemplificó con el caso de la población xinca y la mina Marlin que en el 2017 tuvieron un conflicto, en el cual argumentaban que la minera afectaba directamente a la población y lucharon por la defensa de su territorio, este fue resuelto por la Corte de Constitucionalidad en 2018, fallando a favor de la población Xinca.
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