Impacto del COVID-19 en personas con enfermedades crónicas
- Cindy Ramirez
- 27 sept 2022
- 2 Min. de lectura

En Guatemala, el COVID-19 impactó a miles de personas que contrajeron el virus. Sin embargo, hay un sector de la población que son más propensos a contagiarse de la enfermedad y a padecer las secuelas por un tiempo prolongado.
Las personas con enfermedades crónicas han extendido una lucha silenciosa frente a la emergencia de salud del coronavirus puesto que sus medidas de bioseguridad son más rigurosas, en comparación a las del resto de la población.
"El padecer una enfermedad prolongada como la diabetes o hipertensión arterial se traduce en un deterioro significativo en el sistema inmunológico, por lo tanto, las posibilidades de contagiarse de Coronavirus y tener síntomas marcados son mayores.", indicó Paola Chavarria, médico.
Además, durante la emergencia sanitaria muchos de los centros asistenciales suspendieron la atención y los tratamientos, afectando así el seguimiento médico de los pacientes. En ese sentido, la tasa de mortalidad aumentó en forma significativa, alrededor de 239 personas murieron en una semana, según datos del Laboratorio de Datos.
Dificultad para acceder a tratamientos
"Para la mayoría de pacientes, ha sido difícil mantener citas periódicas pues lo hospitales públicos detuvieron sus funciones, esto provocó el aumento de riesgos y descompensaciones significativas en la salud", comentó Chavarría
Durante los últimos dos años, toda la atención y recursos se redireccionaron a atender el impacto del COVID-19 en la población general guatemalteca, en ese sentido, el abandono y desprotección del sector más vulnerable se hizo notable.
También, el desabastecimientos de medicamentos e insumos ha jugado un papel importante
en el exceso de mortalidad en el país.
Además, información del Laboratorio de Datos indican que el último foco de contagios se trasladó a las zonas comunitarias en donde el acceso a centros asistenciales es aún menor. Asimismo, apenas el 19% de la población total cuenta con tres dosis contra el COVID-19, lo cuál representa una desventaja frente a la lucha contra el virus.
Retos
La capacidad del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) cedió ante la creciente demanda de detección, tratamiento y testeo de casos de COVID-19 lo cuál redujo la atención a pacientes con enfermedades crónicas.
Actualmente, con la reactivación de actividades, el mayor reto que enfrenta el MSPAS es fortalecer la infraestructura, personal y generar planes que se adecuen a las necesidades emergentes del sector vulnerable.
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